Thursday, February 28, 2013

Ritos y creencias


El cristianismo, en su sentido cálido, sangriento, de sacrifico y liturgia, se vuelve  una prolongación natural y novedosa de la religión indígena.
(“Chac Mool”,pg 31, Carlos Fuentes)

La inclusión de una figura mítica de la religión indígena a la época moderna fue uno de los temas que mas me llamo la atención de la obra “Chac Mool”. 


En su obra, Carlos Fuentes personifica al dios indígena Chac Mool con la intención de crear una extraña pero interesante comparación entre las creencias religiosas indígenas y el cristianismo contemporáneo. Según las palabras de Pepe quien era uno de los personajes de la obra, el cristianismo contemporáneo no es mas que una “…prolongación natural y novedosa de la religión indígena. ”Tanto el cristianismo como la religión indígena, por tanto, requieren ciertos sacrificios para con su Dios (religión cristiana) o Dioses (religión indígena). De cierto modo, Filiberto tiene la oportunidad de experimentar lo que se siente vivir bajo las reglas, poderes y caprichos de un Dios antiguo como lo es “Chac Mool”, y al final de la obra da una sensación de que Filiberto termina sacrificando su propia vida como ofrenda para que Chac Mool conserve la suya.

Los indígenas de la antigüedad, especialmente los aztecas, acostumbraban a hacer sacrificios humanos para invocar a sus Dioses. En la obra “La noche boca arriba” del autor Julio Cortazar, podemos apreciar claramente la sanguinaria manera de cómo los indígenas de la antigüedad eran sacrificados como ofrendas. El personaje principal de la obra quien era un indio moteca, es capturado por una tribu enemiga y ofrecido como ofrenda.

En ambas obras, (Chac Mool y la noche boca arriba) los personajes principales son ofrecidos como ofrendas para los Dioses de la antigüedad. Filiberto, por un lado, fue un ejemplo de la sacrificio “moderno” dando su vida por el Chac Mool; mientras en “La noche boca arriba”, el personaje principal es un ejemplo de sacrificio antiguo. Carlos Fuentes hace un extraordinario trabajo al introducir un Dios indígena en la sociedad moderna tratando de ilustrar lo que podría suceder si los Dioses antiguos seguirán siendo parte de nuestra sociedad.

Thursday, February 21, 2013

Cambio de Identidad


Se sentó donde tú estás sentado ahora, puso los codos sobre la mesa como tú los tienes, se cogió la cabeza, como tú la tienes, y se quedó mirándome como me estás ahora mirando
(“El que se enterró”, pg. 49, Miguel de Unamuno)


Uno de los temas que mas sobresalen en la obra “El que se enterró”, escrita por el autor español Miguel de Unamuno, es el cuestionamiento de la identidad y la incapacidad de la lógica y el pensamiento racionalista de explicar los acontecimientos que ocurren en la realidad. 

Al principio de la obra, Emilio, quien era un “joven jovial, dicharachero y descuidado”, es victima de una curiosa transformación que lo transformo en un “hombre tristón, taciturno y escrupuloso.” Tras leer la obra detalladamente y reflexionar cuidadosamente en esta curiosa transformación, podemos encontrar dos tipos de personas totalmente anacrónicas que terminan siendo casi similares al final. Antes de su curiosa transformación, Emilio era visto como un joven descuidado y jovial; al parecer su apariencia y carácter contrastaban con el carácter de la sociedad en la que vivía. Sin embargo, al momento de la descripción de la transformación podemos notar algo sumamente interesante. La nueva identidad de Emilio parece tener mucha similitud con la del narrador, y Emilio es quien lo hace evidente al mencionar la frase“ se sentó donde tu estas ahora… se quedó mirándome como me estás ahora mirando”.

Al parecer, Emilio perdió su identidad única y diferente para adaptarse a un mundo completamente distinto y poder ser respetado por la sociedad.  En la obra “el extranjero” escrita por el escritor Francés Albert Camus,  el personaje principal cuyo nombre es Meursault, es totalmente lo opuesto a Emilio. A Meursault no le importa en absoluto lo que sucede alrededor suyo, y es categorizado por muchos escritores como existencialista.

En ambas obras, el concepto de identidad esta presente. En la obra “El que se enterró”, por ejemplo, el personaje principal cambia su identidad para favorecer a las demandas de la sociedad, mientras que en la obra “el extranjero”, Meursault se muestra indiferente de lo que piensen los demás de el, y conserva su identidad durante toda la obra.

Thursday, February 14, 2013

El agua y sus simbolismos


María Josefa:
Ovejita, niño mío,
vámonos a la orilla del mar.
(“La Casa de Bernarda Alba”, Acto III,1190-1191, Federico García Lorca)

Uno de los símbolos que mas me llamo la atención al leer el tercer acto de la obra “La casa de Bernarda Alba” fue el rol que desempeña el agua en la obra. 

Al leer cuidadosamente, podemos identificar en la lectura que el agua estancada como la de los pozos simboliza cautiverio y muerte; mientras que el agua en movimiento de los ríos y el mar simbolizan la libertad y vida. Una de las características del pueblo en el que se desenvuelve la obra es la falta de agua en movimiento. 

Varias veces se hace referencia a los charcos y los pozos de agua estancada que son claramente simbolismos de cómo se sentían las hijas de Bernarda al estar encerradas en la casa sin poder disfrutar de su juventud y sin poder complacer los deseos de sus cuerpos. María Josefa, no obstante, siempre soñó con liberarse de las condiciones en las que vivía en la casa de Bernarda. En el tercer acto, por ejemplo, María Josefa decide marcharse al mar con una oveja que extrañamente la compara como su hijo. Su actitud claramente muestra sus deseos de querer disfrutar los últimos años de su vida siendo libre y criando a su supuesto “hijo”.

En la obra “Bodas de Sangre” también escrita por Federico García Lorca, el agua en movimiento tiene el mismo simbolismo que en “La casa de Bernarda Alba”. En el momento del desenlace de la obra “Bodas de Sangre”, Leonardo, personaje principal que es asociado a un caballo como también lo es Pepe Romano, es victima del simbolismo del agua cuando poco antes de su muerte su caballo no quiso beber del agua del rio. Esto sin lugar a duda, fue un presagio de la inminente muerte de Leonardo.

Al analizar cuidadosamente ambas obras podemos concluir que el agua cumple con una misma función en la mayoría de las obras de Lorca. Mientras el agua estancada simboliza el cautiverio y la muerte, el agua en constante movimiento como la de los rios y el mar, simbolizan vida, paz y libertad...

Thursday, February 7, 2013

Personalidades desagradables


La Poncia: Tirana de todos los que la rodean. Es capaz de sentarse encima de tu corazón y ver cómo te mueres durante un año sin que se le cierre esa sonrisa fría que lleva en su maldita cara.
(“La Casa de Bernarda Alba”, Acto Primero, 23-25, Federico García Lorca)

Tras haber leído los dos primeros actos de la maravillosa obra “La Casa de Bernarda”, escrita por el escritor español Federico García Lorca, la mejor descripción de la personalidad de Bernarda en estos dos primeros actos es la dada por “La Poncia” cuando estaba hablando con la Criada. 

La Poncia, quien había trabajado en la casa de Bernarda la mayor parte de su vida, categoriza a su patrona (Bernarda) como una autentica tirana que ejercía dominio completo sobre la casa y no le importaba la vida de los demás. Al leer la obra, la primera impresión que tuve de Bernarda fue la de una mujer déspota, poco sensible ante el sufrimiento de los demás, y odiada por la gente que la conoce.


La actitud de Bernarda de ser una mujer fría, quien solo se preocupa por su bienestar y el de sus hijas dejando a un lado los sentimientos de la gente que le rodea, me recordó a la película de Walt Disney, “La Cenicienta”. En esta película, al igual que en la obra, la madrastra de Cenicienta quien convive con sus hijas, demuestra una actitud muy similar a la de Bernarda. La madrastra de la película trata muy mal a Cenicienta; tiene una actitud muy fría, de dominio y suprema autoridad. Cenicienta, al igual que La Poncia, son victimas de ese dominio absoluto infringido tanto por Bernarda como la madrastra, y el sufrimiento de ambas es totalmente evidente. La Poncia, por ejemplo, es sumamente explicita cuando dice…” Es capaz de sentarse encima de tu corazón y ver cómo te mueres”.

Tanto en la película “La Cenicienta” como en la obra, podemos claramente apreciar la misma personalidad por parte de las dueñas de casa. Tanto la madrastra como Bernarda, son personas frías, déspotas, crueles, “Tiranas de todos los que las rodean.”