“Acaso las historias que he referido son
una sola historia. El anverso y el reverso de esta moneda son, para Dios,
iguales.”
(“Historia
del guerrero y la cautiva”,pg 52, Jorge Luis
Borges)
Tengo
que admitir que ha sido difícil escoger un tema para mi blog esta semana.
Dentro de tantos emocionantes y profundos simbolismos que Borges nos ofrece
para analizar, fue sumamente difícil para mi tener que escoger uno solo. No
obstante, al final opté por analizar el cuento:
“Historia del guerrero y la cautiva”.
Uno de los temas que mas me llamo la atención
en este sencillo pero profundo cuento, fue la idea de que a pesar de que los
seres humanos somos seres pensantes, civilizados, y distintos al resto de
animales en el mundo, aún conservamos nuestro lado instintivo o “animal”. La
obra “Historia del guerrero y la cautiva” puede ser difícil de entender cuando
pensamos que se trata de dos historias
diferentes. Borges es conciso al explicar que se esta hablando de la misma
“moneda”; y que por lo tanto, cada persona tiene un lado civilizado y un lado
bárbaro. Este lado “bárbaro”, no obstante, me hizo reflexionar mucho y me
motivó a buscar una respuesta a la pregunta de : ¿Hasta que punto debemos dar
libertad a nuestro lado bárbaro o salvaje?

Si bien
es cierto que cada uno de nosotros tiene ambos lados (civilizado y barbaro), no
apoyo a las palabras de Borges cuando dice “El anverso y el reverso de esta
moneda son, para Dios, iguales”, ya que nuestro lado salvaje representa el
hombre natural que es enemigo de Dios, y no debemos dejar que éste influya en nuestras vidas.
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